miércoles, 12 de octubre de 2016

Día 4. Bangkok

¡Buenos días!

     Mucha gente me decía que debería estar acostumbrada a las altas temperaturas y yo siempre respondía que a lo que no estaba acostumbrada era a las altas humadades ¡Qué calor hacía en Bangkok!

     En nuestro cuarto día, mi cuerpo estaba raro, hacía mucho calor y era el día que habíamos escogido para ir a Kanchannabury y a las cataratas de Erewan pero vimos que podía llover por esa zona y decidimos dejarlo para el último día, por lo que hoy sería el día de los templos de la ciudad.

     Cogimos el metro en Chong Nonsi, como casi todos los días, hasta la estación de Saphan Taksin y desde allí salía una especie de "bus flotante", que nos llevaría por un agradable paseo por el río Chao Praya hasta la parada de Tha Thian por 8 baths.

 Desde la parada del bus boat hasta el Wat Pho solo hay unos metros. En él nos encontramos el espectacular y gigantesco Buda reclinado de 45 metros (abierto todos los días de 8.30 – 18,30h100 bath). La zona es muy impactante por su belleza, con unos jardines muy bonitos, sin embargo pasamos mucha calor, y no pudimos disfrutarlo más a fondo. Lo mejor, que con la entrada al recinto nos dieron una botella de agua muy fresquita.😉




   Una vez que terminamos nuestra ruta, nos dirigimos al Gran Palace y el Templo Phra Kaew (abierto todos los días de 8:30 a 15:30 por unos 500 baths) tenéis que tener cuidado porque hay un afán generalizado por engañarte y decirte que está cerrado por el cumpleaños de la Reina (que fue por estas fechas), especialmente a nosotros nos dijeron que había una ceremonia religiosa, pero como íbamos prevenidos no hicimos caso y seguimos nuestro camino hacia el Gran Palacio.
 

 Antes de llegar a la puerta de entrada, rodeamos todo el reciento, y durante el trayecto empezó a llover, una lluvia ligera que nos supo a gloria porque amainó el bochorno que estábamos pasando.



      Accedimos al recinto entre medidas de seguridad y una multitud de personas, que como nosotros, disfrutában de Tailandia. 




    Después de una hora aproximadamente andando, descansando y apreciando la arquitectura tailandesa; salimos de aquí, con la intención de ir a comer, reponer fuerzas y dirigirnos a la última parada del día antes de volver al hotel, el Golden Mountain (Monte Dorado), pero mi cuerpo estaba KO.
       Fuimos al McDonald´s del barrio antiguo de Bangkok, comimos e intenté reponer fuerzas, pero mi cuerpo seguía sin mejorar, así que decidimos terminar de comer y volver al hotel. Tomamos un taxi (con taximeter) en la misma puerta de la hamburguesería, y por 15 baths los dos, nos dejó en la misma estación del bus boat. Esperamos unos 5 minutos, e hicimos el camino de vuelta al hotel.




     El Wat Arun (Templo del Amanecer) estaba de obras, y decidimos no ir, pues unos conocidos españoles, nos habían dicho que no merecía la pena al no dejarlos entrar en prácticamente ningún sitio del recinto. Una verdadera lástima, aunque pudimos verlo en el viaje de vuelta por el río Chao Praya.



Podéis ver el look del día aquí


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